viernes, 13 de julio de 2012
viernes, 6 de julio de 2012
Para mi el cuento es:
La mejor manera de pasar tiempo con tus hijos o hermanos, quién no recuerda una noche en la que nuestros padres se acercaban a nnosotros y nos leian un cuento para hechar a volar nuestra imaginación tan lejos como quisieramos. Despues de ello, dormir y soñar muchas veces que somos uno de esos personajes que se encuentran dentro de esos textos que demuestran mucha imaginación de sus creadores.
Que hermosas sensación, para mi en lo particular es una de las mejores experiencias que pude haber tenido durante mi infancia junto con mi hermano, que sé está de acuerdo al decir que los cuentos nos inspiraron a volar, imaginar y sobretodo a querer hacer lo mismo con nuestra familia en algún momento de nuestra vida.
La lectura es algo que desgraciadamente se ha ido perdiendo paulatinamente conforme las nuevas generaciones están más apegadas a la era digital, pero su culpa no es, es sólo que a ellos les toco vivir en esra época; todo conforme el tiempo va pasando camia, y quizá en algunos años, la única forma en que podremos leerles cuento a nestros hijos será con un dispositivo electrónico, ya sea tablet, Laptop, o cualquiera de ellos. Quizá ya no sea lo mismo que el tener un libro en tus manos, pero los niños de hoy están tan acostumbrados a su era, que espero tenga el mismo efecto que tuvo en mi en esos tiempos.
Caraterísticas del cuento. Orígenes y desarrollo.
El cuento es una narración breve de hechos imaginarios, protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo. Hay dos grandes tipos de cuentos: el cuento popular y el cuento literario.
- El cuento popular: es una narración tradicional de transmisión oral. Se presenta en múltiples versiones, que coinciden en la estructura pero cambia en los detalles. Tiene tres subtipos: los cuentos de hadas o cuentos maravillosos, los cuentos de animales y los cuentos de costumbres.
- El cuento literario: es el cuento trasmitido mediante la escritura. El autor suele ser conocido. El texto, fijado por escrito, se presenta generalmente en una sola versión, sin el juego de variantes característico del cuento popular.
Características del cuento
El cuento presenta varias características que lo diferencian de otros géneros narrativos breves:
- Narrativo: Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes en un lugar. Cuando contamos algo que nos ha sucedido o que hemos soñado o cuando contamos un cuento, estamos haciendo una narración.
- Ficción: aunque en algunos casos puede basarse en hechos reales o ser una ficción de un marcado realismo, un cuento debe, para funcionar, recortarse de la realidad.
- Argumental: tiene una estructura de hechos entrelazados (acción – consecuencias) en un formato de : introducción – nudo – desenlace.
- Única línea argumental: a diferencia de la novela, en el cuento todos los hechos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
- Estructura centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la narración del cuento están relacionados y funcionan como indicios del argumento.
- Un sólo personaje principal: aunque puede haber otros personajes, la historia hablará de uno en particular, que es a quien le ocurren los hechos.
- Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía: está escrito para ser leído de corrido de principio a fin. Si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto narrativo. La estructura de la novela permite leerla por partes.
- Brevedad: por y para cumplir con todas las demás características, el cuento debe ser breve.
- Prosa: el cuento debe estar escrito en prosa, o sea con párrafos, sangrías y punto y aparte.
Antecedentes:
Los cuentos más antiguos aparecen en Egipto en torno al año 2000 a.C. Más adelante cabe mencionar las fábulas del griego Esopo y las versiones de los escritores romanos Ovidio y Lucio Apuleyo, basadas en cuentos griegos y orientales con elementos fantásticos y transformaciones mágicas. Junto a la eternamente popular colección de relatos indios conocida como Panchatantra (siglo IV d.C.), la principal colección de cuentos orientales es sin duda Las mil y una noches. Cada noche, por espacio de 1.001, Scheherazade se salva de morir a manos de su marido, el sultán, contándole apasionantes cuentos recogidos de diversas culturas. La influencia de esta obra fue decisiva para el desarrollo posterior del género en Europa.
Históricamente el cuento es una de las más antiguas formas de literatura popular de transmisión oral, que sigue viva, como lo demuestran las innumerables recopilaciones modernas que reúnen cuentos folclóricos, exóticos, regionales y tradicionales. El origen ultimo de estas narraciones ha sido muy discutido, pero lo innegable es que lo esencial de muchas de ellas se encuentra en zonas geográficas muy alejadas entre sí y totalmente incomunicadas, sus principales temas, que han sido agrupados en familias, se han transmitido por vía oral o escrita, reelaborados incesantemente, es decir, contados de nuevo, por los autores más diversos.
Desde el punto de vista histórico, el cuento proviene de las narraciones y relatos de Oriente, y aunque durante siglos ha tenido significados equívocos e imprecisos, a menudo se confunde con la fábula, debemos considerar como cuentos numerosas manifestaciones literarias de la antigüedad, de características muy diversas
Históricamente el cuento es una de las más antiguas formas de literatura popular de transmisión oral, que sigue viva, como lo demuestran las innumerables recopilaciones modernas que reúnen cuentos folclóricos, exóticos, regionales y tradicionales. El origen ultimo de estas narraciones ha sido muy discutido, pero lo innegable es que lo esencial de muchas de ellas se encuentra en zonas geográficas muy alejadas entre sí y totalmente incomunicadas, sus principales temas, que han sido agrupados en familias, se han transmitido por vía oral o escrita, reelaborados incesantemente, es decir, contados de nuevo, por los autores más diversos.
Desde el punto de vista histórico, el cuento proviene de las narraciones y relatos de Oriente, y aunque durante siglos ha tenido significados equívocos e imprecisos, a menudo se confunde con la fábula, debemos considerar como cuentos numerosas manifestaciones literarias de la antigüedad, de características muy diversas
Elementos del cuento
En un cuento se conjugan varios elementos, cada uno de los cuales debe poseer ciertas características propias: los personajes, el ambiente, el tiempo, la atmósfera, la trama, la intensidad, la tensión y el tono.
Los personajes o protagonistas de un cuento, una vez definidos su número y perfilada su caracterización, pueden ser presentados por el autor en forma directa o indirecta, según los describa él mismo, o utilizando el recurso del diálogo de los personajes o de sus interlocutores. En ambos casos, la conducta y el lenguaje de los personajes deben de estar de acuerdo con su caracterización. Debe existir plena armonía entre el proceder del individuo y su perfil humano.
El ambiente incluye el lugar físico y el tiempo donde se desarrolla la acción; es decir, corresponde al escenario geográfico donde los personajes se mueven. Generalmente, en el cuento el ambiente es reducido, se esboza en líneas generales.
El tiempo corresponde a la época en que se ambienta la historia y la duración del suceso narrado. Este último elemento es variable.
La atmósfera corresponde al mundo particular en que ocurren los hechos del cuento. La atmósfera debe traducir la sensación o el estado emocional que prevalece en la historia. Debe irradiar, por ejemplo, misterio, violencia, tranquilidad, angustia, etc.
La trama es el conflicto que mueve la acción del relato. Es leitmotiv de la narración. El conflicto da lugar a una acción que provoca tensión dramática. La trama generalmente se caracteriza por la oposición de fuerzas. Ésta puede ser: externa, por ejemplo, la lucha del hombre con el hombre o la naturaleza; o interna, la lucha del hombre consigo mismo.
La intensidad corresponde al desarrollo de la idea principal mediante la eliminación de todas las ideas o situaciones intermedias, de todos los rellenos o fases de transición que la novela permite e incluso exige, pero que el cuento descarta.
La tensión corresponde a la intensidad que se ejerce en la manera como el autor acerca al lector lentamente a lo contado. Así atrapa al lector y lo aísla de cuanto lo rodea, para después, al dejarlo libre, volver a conectarlo con sus circunstancias de una forma nueva, enriquecida, más honda o más hermosa. La tensión se logra únicamente con el ajuste de los elementos formales y expresivos a la índole del tema, de manera que se obtiene el clima propio de todo gran cuento, sometido a una forma literaria capaz de transmitir al lector todos sus valores, y toda su proyección en profundidad y en altura.
El tono corresponde a la actitud del autor ante lo que está presentando. Éste puede ser humorístico, alegre, irónico, sarcástico, etc.
Estructura
Desde el punto de vista estructural (orden interno), todo cuento debe tener unidad narrativa, es decir, una estructuración, dada por: una introducción o exposición, un desarrollo, complicación o nudo, y un desenlace o desenredo.
La introducción, palabras preliminares o arranque, sitúa al lector en el umbral del cuento propiamente dicho. Aquí se dan los elementos necesarios para comprender el relato. Se esbozan los rasgos de los personajes, se dibuja el ambiente en que se sitúa la acción y se exponen los sucesos que originan la trama.
El desarrollo, consiste en la exposición del problema que hay que resolver. Va progresando en intensidad a medida que se desarrolla la acción y llega al clímax o punto culminante (máxima tensión), para luego declinar y concluir en el desenlace.
El desenlace, resuelve el conflicto planteado; concluye la intriga que forma el plan y el argumento de la obra.
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