viernes, 10 de agosto de 2012

Características del teatro y sus géneros (Sainete y Loa)

CARACTERÍSTICAS DEL TEATRO

La dramática constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo. El teatro o dramática se presenta ante los posibles receptores de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. De todos modos, las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y cualquier lectura personal no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores...
Características del género dramático

Así, este género literario cuenta con las siguientes características básicas:
Los autores dramáticos deben contar una historia en un lapso de tiempo bastante limitado, con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias. El hilo argumental debe captar la atención del público durante toda la representación. El recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace. El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y espectaculares, o lo que es lo mismo, el texto literario se suma, como un elemento más, a los elementos escénicos pertinentes para conseguir un espectáculo completo. Aunque podamos leer una obra de teatro, los personajes que intervienen en ella han sido concebidos por el autor para ser encarnados por actores sobre un escenario. La acción se ve determinada por el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto central de la obra.
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El autor queda oculto detrás del argumento y los personajes. Si leemos una obra teatral, observaremos que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre cómo debe ser el escenario o cómo deben actuar los personajes. Estas instrucciones se denominan acotaciones. Por lo demás, los sentimientos del autor, sus ideas y opiniones se encuentran diluidos en la amalgama de personajes y ambientes que forman una obra de teatro.

A partir de estas características generales, los elementos que otorgan personalidad propia a este género son los siguientes:
Acción

Son todos los acontecimientos que suceden en escena durante la representación relacionados con la actuación y las situaciones que afectan a los personajes. Dicho de otro modo, la acción es el argumento que se desarrolla ante nuestros ojos cuando asistimos a una representación teatral. Este argumento suele estar dividido en actos o partes (también denominados jornadas). La antigua tragedia griega no se dividía en actos, sino en episodios (de dos a seis) separados entre sí por las intervenciones del coro. A partir del teatro romano se generalizó la división en cinco actos, hasta que Lope de Vega (1562-1635) redujo la acción a tres actos, división que llega hasta hoy. Si dentro de un acto se produce un cambio de espacio, entonces se ha producido un cambio de cuadro, con lo que dentro de un acto puede haber distintos cuadros según los espacios que aparezcan. Por otra parte, cada vez que un personaje sale de la escena, o bien cuando se incorpora uno nuevo, se produce una nueva escena. Un acto constará de tantas escenas como entradas y salidas de personajes haya.
Personajes

Son quienes llevan a cabo la acción dramática a través del diálogo. Debido a las limitaciones espacio-temporales de una obra teatral, es difícil que podamos asistir a una caracterización psicológica profunda de todos los personajes, por lo que sólo son analizados con detenimiento los protagonistas. Los personajes se suelen valer de la mímica o los gestos como complemento al discurso. Estas expresiones fisonómicas o gestos suelen obedecer a las acotaciones del autor, aunque en algunas representaciones es el director de escenografía el que dicta los movimientos de los actores, en ocasiones, de manera distinta a las acotaciones. Con la eclosión del teatro durante el Siglo de Oro (XVI-XVII), aparecen una serie de personajes o tipos característicos que representan actitudes o comportamientos ideales, tales como el galán, la dama, el padre o hermano de la dama, el gracioso como contraste al galán, el criado criticón o el soldado presumido y fanfarrón. A partir del Romanticismo no podemos hablar de tipos determinados, sino de personajes que evolucionan ante los ojos del espectador.
Tensión dramática:

Es la reacción que se produce en el espectador ante los acontecimientos que están ocurriendo en la obra. Los autores buscan el interés del público mediante la inclusión de momentos culminantes al final de cada acto, lo cual contribuye a que se mantenga la atención hasta el desenlace. La tensión dramática pone en juego recursos como el avance rápido de la acción justo después de la presentación, de modo que se pone inmediatamente en marcha el conflicto; momentos que van retardando el desenlace, con lo que el interés aumenta, y el denominado anticlímax, cuando el conflicto que presenta la acción llega a un desenlace inesperado o no previsto.
Tiempo

No es fácil el tratamiento del tiempo en una obra dramática, ya que ésta se desarrolla ante los ojos del espectador y las posibilidades que ofrece una novela, por ejemplo, son prácticamente infinitas en comparación con una obra teatral. Hemos de tener en cuenta que, por un lado, está el tiempo de la representación, es decir, lo que dura la obra teatral (dos o tres horas, habitualmente). En ese tiempo se debe desarrollar una acción determinada, que puede durar lo mismo que la representación, o más, con lo que los personajes deberán hacer referencia al tiempo que transcurre (prolepsis), denominado tiempo aludido. Así, hemos de diferenciar entre tiempo de la representación, tiempo de la acción y tiempo aludido.

Como hemos dicho arriba, las obras se suelen dividir en actos o jornadas. Normalmente, si se produce algún salto temporal, éste estará situado entre dos actos, y serán los personajes los encargados de informar, mediante sus palabras, del tiempo que ha transcurrido con respecto al acto anterior. Aristóteles, en el siglo IV a. C., estableció en su Poética unas sencillas técnicas que ayudaban a evitar los saltos espaciotemporales: se trata de la regla de las tres unidades, según la cual la acción de una obra dramática sólo se podrá desarrollar en un día (unidad de tiempo), en un único espacio (unidad de lugar) y con un solo hilo argumental, sin acciones secundarias (unidad de acción). Lope de Vega rompe con estas reglas tan estrictas y el teatro del Romanticismo (XIX), siguiendo las directrices de Lope en su Arte nuevo de hacer comedias, consagrará la ruptura definitiva con la Poética de Aristóteles.
Diálogo

Las conversaciones que los personajes mantienen entre sí hacen que la acción avance. Estas conversaciones se pueden producir entre dos o más personajes. En algún momento, un personaje, apartándose del resto o desviando su mirada, puede hacer un comentario en voz alta, destinado al público, que no es oído por el resto de personajes. Este recurso se denomina aparte. Mediante los apartes los personajes realizan reflexiones en voz alta, hacen comentarios malintencionados o declaran un pensamiento que puede ser de utilidad para el desarrollo de la acción. La finalidad de los apartes es la de informar al público. Por otra parte, uno de los recursos más característicos del teatro es el monólogo: discurso que un personaje, normalmente solo sobre el escenario, pronuncia para sí mismo a modo de pensamiento o reflexión, aunque en realidad el receptor último es el público. Suele tener un carácter lírico y reflexivo y una extensión considerable. El monólogo más famoso de nuestra literatura es el que pronuncia Segismundo en La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Hoy en día el término monólogo se ha puesto de moda gracias a las intervenciones que ciertos humoristas realizan sobre un escenario ante el público. Se trata de un recurso teatral desgajado del contexto de una obra dramática, que demuestra el gran rendimiento que puede ofrecer como reflexión o información a los espectadores. Por último, en el teatro clásico grecolatino solía aparecer un coro que, en ciertos momentos de la representación, era tomado por la voz de la conciencia del personaje, el narrador o una comunidad de personas. Este personaje colectivo solía poner el punto final a cada uno de los episodios en los que estaban divididas las obras dramáticas.
Acotación

Se trata de aclaraciones que el autor de la obra teatral realiza sobre cómo debe ser el decorado, cómo se tienen que mover los personajes, qué gestos deben hacer... Son orientaciones que intentan clarificar la comprensión de la obra, por lo cual, aunque aparezcan ante nuestros ojos cuando leemos una obra dramática (normalmente entre paréntesis o con letra cursiva), no pueden ser pronunciadas durante una representación.
Elementos caracterizadores

Para que el argumento de una obra sea creíble, los directores teatrales suelen recurrir a recursos auxiliares que contribuyan al espectáculo: un vestuario acorde con la época en la que se sitúa la obra, música de fondo o de acompañamiento (con la misma finalidad que la banda sonora de una película), iluminación adecuada a cada momento y una escenografía adaptada a la obra en cuestión, que suele estar al cargo del director de escena. En el teatro medieval estos recursos eran casi inexistentes, con lo que los espectadores debían utilizar más su imaginación para la contemplación de una obra teatral. Durante el Siglo de Oro, con la representación en corrales de comedias, los autores se debían valer de dos o tres puertas al fondo del escenario y un primer piso con ventanas y un balcón. Poco a poco el teatro se fue desarrollando y fue precisamente Calderón de la Barca quien más contribuyó al desarrollo de los efectos más o menos especiales y de la escenografía. Hoy en día la representación depende, en cuanto a su escenografía, del director de escena, que puede concebir un escenario minimalista, es decir, con los mínimos recursos, o bien una representación clásica, esto es, lo más realista posible.

Géneros:

La tragedia: protagonizada por personajes de alta categoría social que se ven arrastrados por la fatalidad a graves conflictos entre sí, a través de un lenguaje esmerado y cuidado. La tragedia griega se caracteriza por el horror, la desgracia y la muerte. El protagonista suele ser el héroe, que actúa con el decoro suficiente de acuerdo a las normas establecidas. Suele representar un ideal de comportamiento humano. Contra este héroe se encuentra el antagonista, que puede ser un solo hombre o un conjunto de circunstancias contrarias a la voluntad del protagonista. El conflicto suele desembocar en la catástrofe, en la fatalidad. Las obras están regidas por las tres unidades (acción, lugar y tiempo). Los espectadores, ante la contemplación de una tragedia, se solidarizan y sufren con el protagonista, con lo que llegan a la catarsis (liberación).

El drama satírico o tragicomedia: suele tratar un tema legendario, aunque con efectos cómicos protagonizados, fundamentalmente, por el coro. Los dioses no intervienen en la vida de los hombres y puede haber más de una acción al mismo tiempo. Se encuentra a medio camino entre la tragedia y la comedia: no se evitan las situaciones cómicas, pero tampoco el desenlace trágico.

La comedia: se basa en la ridiculización y denuncia desenfadada de costumbres y problemas cotidianos. Los protagonistas suelen ser personas normales que sufren en escena, aunque siempre desde un punto de vista cómico. Se busca la risa, por lo que el desenlace es feliz, desenfadado y alegre, sin olvidar la ironía.
Subgéneros dramáticos

Auto sacramental: obras de tema religioso que cuentan con un solo acto en verso. Los personajes son alegóricos (la Muerte, el Pobre, el Rico, la Hermosura, el Mundo...). Este género vive su apogeo durante el siglo XVII, gracias, sobre todo, a Calderón de la Barca. Se solían representar durante el día del Corpus.


Sainete: pieza corta (uno o dos actos) de carácter cómico y costumbrista, que puede estar escrita en verso o prosa. El principal cultivador de sainetes es Ramón de la Cruz.

Paso: obra breve con finalidad cómica concebida para ser representada en los entreactos de las obras mayores. Su creador fue Lope de Rueda (s. XIV).

Entremés: breve pieza teatral que se representaba en los entreactos de las obras mayores. Tiene un carácter cómico y representa un ambiente popular. La acción y los personajes del entremés suelen ser más complejos que en el paso, de mayor simplicidad técnica. Uno de los mejores autores de entremeses es Miguel de Cervantes (1547-1616).
Farsa: obra cómica, breve, y sin otra finalidad que la de hacer reír. Suele tener un marcado carácter satírico y se caracteriza por la exageración de las situaciones.

Melodrama: suele presentar situaciones graves y serias en las que los personajes buenos sufren despiadadamente a manos de los malos. Se caracteriza por el sentimentalismo exagerado.
Sainete:

Un sainete es una pieza dramática jocosa en un acto y normalmente de carácter popular, que se representaba como intermedio de una función o al final. Sustituye al entremés en los siglos XVIII, XIX y XX.

El sainete valenciano pretendió ser un reflejo de la vida social de la Comunidad Valenciana (España) de estos siglos. Una de sus características recurrentes es que los personajes de las clases bajas hablaban valenciano, mientras que los forasteros, los miembros de la burguesía o todo aquel que tenía una voluntad de no ser clasificado o de aparentar más riqueza y educación, hablaban un castellano plagado de valencianismos y de incorrecciones. Generalmente la crítica que se realiza de esta presunción es meramente moral, no sociolingüística.
Entre los sainetistas valencianos más destacados encontramos: Eduardo Escalante, Josep Bernat i Baldoví y Francisco Palanca Roca.

En la Argentina, el sainete combinado con las formas del circo, dio como resultado una modalidad original conocida como “sainete criollo”. El sainete criollo se caracterizó por reflejar las costumbres de la vida en los conventillos, agregando a los elementos humorísticos un conflicto sentimental y una trágica. Esta forma teatral se afianzó durante la década de 1920. En esta época se destacaron, además de Carlos Pacheco yAlberto Vacarezza, autores como Florencio Sánchez, Gregorio de Laferrere y Roberto Payró.

Loa:

La loa es un subgénero dramatico o teatral cultivado en el Siglo de Oro español.

Se trata de una composición breve en verso (de arte mayor: quintillas al final, [[RomXVII) que se escenificaba antes que el primer acto o jornada de una comedia. Al principio era un monólogo; luego se transformó en un conversacion con una maxima acción dramática. Se precedía de unos tonos musicales, cantados a veces, con guitarras, vihuela y arpa, que se reiteraban tras su fin.
Servía de preámbulo a la pieza teatral para predisponer positivamente al público (mediante el tópico literario de la captatio benevolentiae) elogiando el lugar y a sus vecinos y al santo del día; encarecía el mérito de los actores o de la compañía, presentaba su repertorio, pedía indulgencia ante los posibles errores, y resumía o explicaba brevemente el contenido de la pieza sin anticipar su conclusión. Muchas veces, si la compañía venía de otro lugar, solía encomendarse a algún poeta local. Solía tener la función práctica de aplacar el natural bullicio de la gente congregada para asistir a la representación teatral. La solía recitar el autor o empresario de la compañía.
Con posterioridad a Lope de Vega la loa se fue independizando por contagio de otras formas de teatro menor, como el entremés, pasó del monólogo al diálogo y adquirió una cierta acción dramática y heterogeneidad de temas (las mujeres feas, la espada, los días de la semana, animales e insectos...), terminando por ser una breve composición dramática que se representaba antes de la comedia.

viernes, 3 de agosto de 2012

Volar o cortarse las venas

Muchos consideran al amor como un sentimiento humano o meramente humano. Ciertamente no lo creo, sólo me cuesta con observar a algunas aves o mamíferos y la relación tan estrecha que llevan como pareja tanto en la crianza como en la alimentación, enseñanza de técnicas de vuelo y/o cuidados generales de su descendencia. Esto me hace reflexionar en si el amor es sólo algo de los humanos.
Las aves utilizan su canto para atraer a su pareja, yo como ser pensante puedo hacer muchas cosas más para demostrar mi atracción o carño o también podría cantar, para ello debo de auxiliarme de instrumentos, una buena voz (aunque eso ya depende de mí práctica) y sobretodo el sentir, es decir dar a entender lo que me mueve en ese momento y que quiero expresar, o como muchos dicen “tengo atorado y debo sacar”. Ya teniendo esto entendido, sólo me resta una cosa, dar a conocer mi sentir. Sé que la música no es el único medio de expresión de sentimientos pero para mí, lo es. Hay personas dedicadas a exponer sus sentimientos en una canción y que al ser escuchada, nos hacen sentir todo lo que en ese momento estamos pasando, quizá casualidad quizá destino, no lo sé.
Es bien sabido que existen cuestiones químicas y fisiológicas que influyen en el amor y desamor pero, no voy a hablar de ello sino, de lo que una palabra junto con esas reacciones me hacen sentir.
Cuando me llega el amor, lo puedo sentir, mi corazón late de prisa, mi estómago está lleno de mariposas, y mi cielo azul se convierte en rosa pastel; casualmente en la radio y alrededor no escucho nada que no sea “amor, amor, amor”. Esto me recuerda algunas canciones, de las que compartiré algunas estrofas para comenzar a volar, pero antes, hay que recordar que no sólo hay canciones de amor meloso y dulce, también existen las canciones de amor platónico, pasional, enfermizo, de las que también compartiré parte de sus letras.
Yo, personalmente he pasado por todos estos tipos de amor (aunque me dé pena admitirlo). Los amores platónicos son algo tan usual que sería imposible no encontrar una canción que hable de ello, de esa persona que nunca será mía y que sólo puedo imaginarla. Julieta Venegas escribe una canción tan cierta titulada “amores platónicos” dónde le da justo al clavo que me hace mover sentimientos pasados: “No me acercaré a tu jardín, nunca tocaré tu flor, es mejor la fantasía que me dio tu leve cercanía y su color. Prefiero amores platónicos, consuelo de tontos solitarios, prefiero amores imposibles, consuelo de haber perdido demasiado. Y así, con tu imagen me iré de la mano de haberte deseado tanto, mejor desenvaino una melodía para hacerle los honores a tu fantasía”. No hay duda que un amor platónico duele tanto como uno correspondido y eso que tengo el conocimiento de que no me corresponde, que esa persona no es mía y no comparte los mismo sentimientos que yo.
Y cuando eres correspondido y te dan ese acepto ser tu novi@, sientes que vuelas  y el tiempo con esa persona será infinito, es de lo mejor en la vida. Cómo no recordar ese amor puro que me hizo sentir o volver a sentir, ese amor puro que  canta Britney Spears en la canción “That’s where you take me” (Allí es donde me llevas). Amo esta parte: “Estoy enamorad@, sin notarlo nunca lo encontré dentro de mí, construí estos muros tan altos, necesitaba mi espacio para respirar, tu las derrumbaste, no puedo creer que me hayas hecho cambiar de opinión. Todas las cosas caen en su lugar, mi corazón se siente tan bien, tu eres mi melodía y allí es donde me llevas. Contigo llego tan alto, me pierdo en el cielo de cristal, tu eres esta melodía, allí es donde me llevas…” Recuerdos me llegan al saber que esta canción marcó un amor muy fuerte en mi vida que desgraciadamente terminó pero, mientras duró fue lo mejor que me ha sucedido y que extraño volver a sentir.
En toda relación aparte del amor debe haber pasión, esa chispa que se hace hoguera donde dos cuerpos se funden en uno solo, sin duda es una combinación perfecta como me lo dice Miguel Islas en su canción “entre tus piernas”: “Estoy sientiendo que no estás lejos, estoy sintiendo que vas  a venir, te está esperando todo mi cuerpo para dejarnos marcas en la piel, cerca de ti me siento libre, y en tu mirada quiero morir. Volar despacio por tu cuerpo, tocándonos la piel sin importar el tiempo hasta el amanecer, se va mi vida entre tus piernas, me olvido del temor, las horas son eternas y no existe el dolor”. Esto sí que es pasión de la buena y combinada con un amor sincero, es simplemente perfección infinita.
No todo en el amor es perfecto y la muestra está en ese amor que no renuncia al otro, donde sólo hay dolor y que atrás quedaron las cosas buenas. Para muestra un botón y la cantante Pink en su canción “Please don’t leave me” (por favor no me dejes), donde el adiós de ese ser amado y que desgraciadamente sólo yo amaba en ese entonces, conviertió esa relación en algo muy malo en la que me llegué a desconocer a mi mismo: “No sé si podré gritar un poco más fuerte ¿Cuántas veces te he pateado fuera de aquí o dicho algo insultante? Puedo ser muy mala cuando lo quiero ser, soy capaz de cualquier cosa, puedo cortarte en pedazos cuando mi corazón está roto. Por favor no me dejes, siempre he dicho cuanto no te necesito pero todo siempre regresa a esto. ¿Cómo me convertí en algo tan desagradable? ¿Qué es eso en ti que me hace actuar así? Nunca he sido así de sucia…”. El rogar es algo natural. No he llegado a ese extremo tan enfermo de no dejar ir, pero si he hecho cosas que nunca pensé haría por amor (muchas de ellas locuras). No es para infundir miedo sobre como soy en el arte de amar pero, sé que estaba mal y ahora lo acepto. Esta canción aún me hace sentir mal al saber que en vez de que las cosas queden bien, estos actos causan todo lo contrario…
Estoy en un momento clave, ¿Qué pasa entre el amor y el desamor? Si dijera que nunca he sido engañando mentiría de la forma más obvia que no podría ocultarlo. El ya no amar a la persona, el saber que debemos de alejarnos por decisión mutua y hacer que las cosas queden “bien” entre nosotros es una decisión muy difícil, que en muchos de los casos uno de los dos no acepta al cien por ciento. Si la razón es que me enamoré de alguien más pero, aún estoy en una relación con alguien eso es “veneno” como la canción de Jesse & Joy que habla de estar con alguien pero pensar en otra persona: “Parece extraño, tener a otra persona cuando yo estoy penando en ti, en cada beso mi alma me traiciona porque yo estoy pensando en ti, ¿Cómo desistir? Si el corazón decide y yo no, si no eres para mi, que mueran las estrellas y que caigan sobre mi. Beso sus labios y me saben a ti, estando con el quiero tu nombre decir, ¿Cómo resistir? Si es tanto lo que duele el veneno de tu amor. Sal de mis pensamientos y ya déjame vivir”. En este caso lo más feo que sucede es que yo piense en alguien más pero desgraciadamente no me atrevo a decírselo. ¿Será que si te amo de alguna manera y sigo viviendo contigo por ello? O ¿es costumbre? Una decisión caótica y que lamentablemente dejara a alguien herido.
En cambio, si la decisión de alejarse en mutua, por cuestiones laborales, de tiempo, de escuela (Pretextos) etc. Sin duda el daño es muy fuerte, en este caso para ambos, también como lo dice Rihanna en “Photographs” (fotografías). Cuando todo lo que queda son esas fotografías y recuerdos: “… Me enamoré, se enamoró, aunque el era el único para mi y no podía ver a alguien más, el observar lo que pasó con nuestro amor, y aún sigo pensando en ¿cómo puedo pasar esto? Debía de haber sido yo y tu. Pudo haber sido tu y yo, me rompiste el corazón y ahora estoy parada allí. Todo lo que tengo son estas fotografías, recuerdo cuando solía hacerte reír, no quiero estar estancada en el pasado pero tu eres todo lo que tengo, lo que tenia, no quiero perder lo que construimos hasta ahora, esto es tu y yo, tu eres mi súper estrella, daría cualquier cosa baby, aquí está mi corazón…” Una canción que aún siento tan mía y que me duele recordar y observar esas fotografías que me hablan de ese pasado que fue el paraíso a comparación de lo que hoy en día es mi vida; solo me quedan esos recuerdos muy hermosos pero, son sólo eso, recuerdos.
Pero si sólo me doy cuenta que fui utilizado, seguramente ese dolor y rabia invadirán mi corazón y razonamiento, las ganas de no volverte a ver me queman, así como las llagas de esos besos y caricias falsas que recibí de ti, no será tan fácil dejarte pero, aprenderé. Eso me dice Paty Cantú en “no fue suficiente” una canción que duele y duele más saber que han jugado así con mi amor: “ No fue suficiente abandonar mis sueños ni vender el alma para que sintieras algo por mi, no fue suficiente vivir traicionándome en silencio por ti, aún así te vas y me quedo hablando sola y hoy ya no puedo mentir, ahora entiendo porqué a tu lado nunca fui feliz y es que tu único amor era el tuyo por ti…” Puede ser odio o decepción, ambas causan un vacio enorme en el que también fui preso, el saber que todos mis sueños fueron suspendidos por tratar de hacerla feliz y no le importó. Sin duda no quiero volver a pasarlo, espero así sea.
Bien dicen que el tiempo todo lo cura y de repente encuentro al amor de mi vida, formo una familia. Estando tan pleno y feliz quizá pueda por fin perdonar y llegar a decirle ¿Quién iba a decir que  nos conocimos para ser amigos? Eso me dice Gwen Stefani en la canción “Cool” (bien), es una luz en mi camino de que el tiempo mata el dolor ¿será?: “Es difícil recordar lo que sentíamos tiempo atrás, ahora he encontrado al amor de mi vida, después de todos los obstáculos es bueno verte con alguien más, y es casi un milagro que tu y yo sigamos siendo buenos amigos. Solía pensar que era imposible y ahora me llamas por mi nuevo apellido, los recuerdos parecen tan lejos, el tiempo siempre mata el dolor. Me sentiré feliz por ti si tú te sientes feliz por mí. Ahora, estamos saliendo con tu nueva novia, estamos tan lejos de lo que hemos sido pero, sé que estamos bien…” No dudo que algo así llegue a pasar, aún no he estado en una situación similar y no sé si lo estaré. El llegar y decirle al que fue el amor de mi vida “estamos bien” es una palabra mayor, que en algún momento llegue a utilizar (El tiempo me lo dirá).
Para mí esto es el significado de la música, el expresar mis sentimientos, conocer que casualmente alguien escribió parte de mi vida sea por casualidad o porque estuvo en algo similar me hace sentir acompañado en el mundo del amor y los sentimientos que lo acompañan. Sin duda esto me hace diferente a cada persona, todos tienen gustos musicales diferentes en ritmos o maneras de decir las cosas, pero aún así siempre llegan a un mismo punto, el dar a conocer lo que se siente.
No sé si dedicar una canción sea bueno o malo, lo he hecho algunas veces y debo decir que después de ello queda un estigma en ella que siempre que las escucho me hace recuerdar, quizá no con esa misma intensidad pero me recuerda con sus letras la intención que llevaba. No sé qué haría sin este lenguaje universal, como se le ha nombrado a la música, simplemente, no lo sé.

La novela, sus orígenes y desarrollo.

Introducción: 
En este trabajo se presenta la novela como género narrativo, que muestra en ella diversos relatos que se pueden desarrollar en el presente, en el pasado o en el futuro, esta también presenta temas de aventuras, romances, aspectos de la vida humana entre otros debido a esta cantidad de temas se puede clasificar la novela en diferentes tipos, bucólica, satírica, psicológica, sentimental, policiaca etc. El presente trabajo lo elabore teniendo en cuenta el concepto de novela, sus características, evolución y temática, investigando minuciosamente a cerca de esta.

Características, temática:

Termino procedente del italiano novella (derivado a su vez del latín nova: noticias) con el que se denomina en aquel idioma un relato de ficción intermedio entre el cuento y él romanzo o narración extensa. La palabra "novela" que en el castellano del siglo del oro mantuvo su acepción original de relato breve (en este sentido la utiliza Cervantes en el titulo de sus Novelas Ejemplares), posteriormente servirá para designar la narración extensa (correspondiente al italiano romanzo y al francés roman), mientras que el relato breve será denominado novela corta.
Dada la gran diversidad de modelos que presenta la mencionada narración extensa a lo largo de la historia, es difícil elaborar una definición precisa y omnicomprensiva de la novela. Esta dificultad se incrementa por el hecho de su confluencia (o asimilación de elementos y técnicas) con otros géneros como la epopeya, la lírica, el drama. Esta diversidad de modelos y confluencia de géneros hace comprensible el hecho de la multiplicidad de definiciones ofrecidas por autores y críticos sobre la novela.
Una posible aproximación de la definición de novela seria entonces que es el resultado de la evolución de la poesía épica, evolución impuesta por la vida moderna que se ha desinteresado de los grandes relatos heroicos en verso, y desea, en cambio conocer aspectos de la vida real, resaltados de una manera más sencilla. Es fundamental, pues para la narración de la acción o serie de episodios que se suceden a través del tiempo. Actualmente se han mezclado a la novela tantos elementos subjetivos (líricos) y dramáticos que le han impreso un acento propio, profundo y personalísimo. Además, la novela es el genero literario que más cantidad de elementos psicológicos ha absorbido. Toda novela se nutre de la hora histórica en que nace, y la refleja con mayor o menor exactitud.

Evolución histórica:
Las primeras muestras conocidas de novela se producen en Grecia y Roma entre los siglos II a de C y III d de C. se han clasificado en cuatro tipos básicos: novelas de viaje fabuloso, novelas amorosas, novelas satíricas y novelas bizantinas o de reencuentro. El esquema en estas novelas griegas es similar en muchas de ellas: encuentro de una pareja de jóvenes (enamoramiento, boda, fuga), separación (en un viaje arriesgado a causa de naufragios y piratas), reencuentro de los enamorados (que han sido fieles a pesar de las dificultades) y final feliz. En estas novelas están ya diseñados los componentes básicos del genero (espacio, tiempo, personajes, ambientes, diálogos, etc.), y en sus autores hay conciencia clara de del cometido del mismo.
La narrativa medieval ofrece junto a relatos de novela corta, nuevos modelos de narración extensa, como la novela caballeresca y la sentimental. En el Siglo de Oro, aparte de la novela caballeresca y sentimental que siguen captando el interés de los lectores surge la novela pastoril, la novela picaresca, que se ve notablemente influenciada por la reedición de el asno de oro, de Apuyelo y por obras de Luciano, que inciden también en la narrativa de Rabelais (Garantúa y Pantagruel), y la novela morisca, restringida a España (Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa). También surgen los anatemas de Melchor Cano, Luis de Granada y Arias Montano contra la perniciosa influencia de las novelas caballerescas en jóvenes y mujeres. Partiendo de esta realidad, Cervantes con su parodia de los libros caballerescos va a crear la novela moderna, superando las deficiencias del modelo parodiado, con una estructura episódica, según un propósito fijo premeditadamente unitario y de acuerdo con el principio de la "consonancia" y "verosimilitud".
En el siglo XVIII nace en Francia la novela de análisis psicológico y de critica de valores religiosos y morales de tipo tradicional (Cándido de Voltaire; Justina de Sade), en concordancia con lo que sucede en la gran novela inglesa de la época (Viajes de Gulliver de J. Swift El Vicario de Wakefield Robinson
Crusoe de Daniel Defoe), mientras en España apenas hay muestras del genero y son de escaso valor: Fray Gerundio, del P. Isla; Eusebio, de P Montengón, etc. A finales de siglo aparecen unas novelas cargadas de un sentimentalismo melancólico que preanuncian la sensibilidad de romántica: Obras de S. Richardson (Pamela), B. de Saint Pierre (Pablo y Virginia), Goethe (Werther). En el siglo XIX aparece una multiuniforme y rica producción de novelas a partir del romanticismo: novela histórica, psicologica, poetica, social. Pero es con el realismo y naturalismo cuando se logra una perfección técnica, desconocida desde Cervantes y una creación de personajes y mundos de ficción de una gran complejidad en autores como: G. Flaurbert, H. Balzac, Stendhal, E. Zola, B. Pérez Galdos, Clarin, Ch. Dickens, L. Tolsti, F. Dostoievski, etc.
En el siglo XX se desarrolla una profunda transformación en las técnicas narrativas relacionadas con el tratamiento de la secuencia temporal, la ruptura del orden interno de la fábula, los análisis de los distintos estados y estratos de la conciencia y del inconsciente, el entrecruzamiento de diversos niveles de lenguaje, el uso de técnicas procedentes del cine (yuxtaposiciones, acumulación, narración en paralelo, flash-back, etc.), de la estructura musical, etc. Los grandes propulsores de esta transformación han sido: J. Joyce, W. Faulkner, M. Proust, F. Kafka, V. Woolf, J. Cortazar.

Los grandes temas de la novela:

En la actualidad se considera la novela como el genero mayor de la narrativa. La novela se ha transformado, en el curso de los últimos siglos, sobre todo a partir del siglo XIX, en la forma de expresión literaria más importante y más compleja de los tiempos modernos. Esto debido a que se ha ampliado continuamente el dominio de su temática, interesándose por la sicología, por los conflictos sociales y políticos y ensayando nuevas técnicas narrativas y estilísticas. Así pues, la novela se ha convertido en la actualidad en el estudio del alma humana y de las relaciones sociales, en reflexión filosófica, en reportaje, o en testimonio polémico.
Por ello el tema constituye un elemento fundamental de la estructura de la novela.

Novela bucólica:

Llamada también pastoril. Escrita con tono de sencillez e inspiración casta. En ella se idealizan personajes y ambiente. Longo (griego), en el siglo III d de C. escribió dafnis y Cloe, que es el modelo de estas novelas en las cuales se describen los tiernos amores de dos pastores que viven en una naturaleza benigna y suave.

Novela bizantina:

Tipo de novela que surge en el periodo Alejandrino de la literatura griega, caracterizada por la acumulación inverosímil de aventuras y episodios, viajes y naufragios, hallazgos y desapariciones. Cervantes cultivo este genero en su obra Trabajo de Perciles y Segismunda.

Novela satírica:

Debemos a la antigüedad clásica el modelo de la novela satírica. En Roma, Petronio, el famoso arbitro de la elegancia, contemporáneo de Nerón, describe en su novela Satiricón los más íntimos detalles de la corrompida sociedad romana.

Novela picaresca:

Refiere la vida pintoresca de los truhanes, hampones, tahúres, vagabundos, en una palabra: pícaros. Algunos críticos dicen que este tipo de novela surgió como una energética reacción del espíritu español realista contra el falso idealismo caballeresco pastoril. Otros afirman que nació de una sociedad en la que se habían multiplicado los vagos y los desocupados. Estas novelas abundan en España en los siglos XVI y XVII. En ellas el pícaro, al narrar su propia vida, se venga de los poderosos que lo han maltratado y despreciado, contando sus defectos y sus debilidades, por eso estas novelas son autobiográficas y satíricas. Sobresalieron en este genero: la obra "Lazarillo de Tormes" sin autor reconocido; Quevedo con "La Vida del Buscón"; Mateo Alemán con "Guzmán de Alfarache".

Novela aventuras:

Al personificarse los cantares de Gesta de la Edad Media, dieron la novela de caballerías (de aventuras). Se caracterizan por extensas narraciones cuyo protagonista es un personaje que profesa el ideal caballeresco, es decir, que dedica su existencia a la defensa de la justicia y al amparo de los débiles y desvalidos. De fines de Edad Media son los primeros textos de la famosa novela Amadís de Gaula, que en redacción que hoy se conoce data de los primeros años del siglo XVI y aparece firmada por Garci Ordoñez de Montalvo. Amadís, caballero sin miedo y sin tacha, vence a sus enemigos, encomendándose a su amada Oriana. Amadís y Oriana se han deshumanizado: son arqueotipos, esquemas ideales. Representan al ser humano no como es sino como debiera ser.

Novela gótica:

Se cultivo en el siglo XVIII se caracteriza por el eclesiastismo romántico y lo arquitectónico: ruinas, iglesias, monasterios, etc. pertenece a un tipo de relatos de misterio y de terror, cuya intriga se desarrolla en un viejo castillo gótico, en el suceden acontecimientos extraños e inquietantes. Elementos esenciales de esta novela son la situación angustiosa del protagonista (una joven en grave riesgo), el amor y una atmósfera de misterio, potenciada por la intervención de seres fantásticos o espeluznantes que provocan la ansiedad y el terror. Algunas obras de este tipo de novela son: Longsword, conde de Salisburry, de Thomas Leland.

Novela policiaca:

Es un tipo de relato en el que se narra la historia de un crimen, cuyo autor se desconoce y en el que, a través de un procedimiento racional, basado en la observación e indagación (llevada a cabo, normalmente por un detective), se logra descubrir al culpable o culpables.
En el desarrollo posterior de este subgénero narrativo inaugurado por Edgar Allan Poe, se mantendrá en lo esencial, este esquema de novela (crimen inexplicable a primera vista, investigación sobre el caso, solución del mismo), la cual presenta como característica más sobresaliente la técnica del relato a la inversa, ya que empieza por el final de la historia y se encamina hacia el inicio de la misma.
Entre los cultivadores más notables de la novela policiaca, figuran los británicos: A. Conan Doyle creador del detective privado Sherlock Holmes: Las aventuras de Sherlock Holmes 1892, Agata Christie que configura al detective Hercules Poirot: El misterioso caso de Styles, 1921, El asesinato de Rogelio Ackroyd 1926.

Novela sentimental:

La iniciación plena de estas novelas corresponde al romanticismo, pero fueron los novelistas ingleses del siglo XVIII quienes imprimieron este carácter a la novela aun cuando exageran presentando asuntos excesivamente tiernos y lacrimosos: Samuel Richardson en sus obras Pamela y Clarisa presenta un tema que gira entorno a las desgracias amorosas de dos señoritas. El mismo tema sentimental tiene la novela popular de Bernardino de Saint-Pierre, Pablo y Virginia, que cuenta el amor de dos niños educados en plena naturaleza, en una isla lejana.
En la novela romántica se exalta la naturaleza, el amor, la ingenuidad, la pasión y la melancolía.
En la obra Werther de Goethe, surge un problema más agudo: su protagonista se suicida al comprobar la imposibilidad de su amor.

Novela realista y novela naturalista:
 
La observación de la vida conduce a un predominio cada vez mayor de los elementos descriptivos que da lugar a la llamada novela realista, muy en boga en la segunda mitad del siglo XIX. Su modelo podría ser la Comedia Humana de Honorato de Balzac.
La más extrema evolución de la novela realista recibe el nombre de naturalismo. Su creador fue el francés Emilio Zola (1840-1902), quien pretendía hacer de la novela una observación científica y experimental de la humanidad, hasta el extremo de que sus personajes solo se mueven por impulsos fisiológicos. Con ello se consigue un arte descarnado y brutal. Con el naturalismo la literatura se puebla de borrachos, de vagabundos, prostitutas, chusma, pueblo maloliente. Tabernas, pocilgas, etc. son el escenario de las trifulcas, palizas y amores sucesivos. No hay en el naturalismo deformación grotesca sino copa fotográfica de una triste realidad que no es toda la realidad.
Los escritores realistas abandonan los temas fantásticos y extraordinarios de los románticos y trataron asuntos basados en la realidad, hechos cotidianos ambientados en lugares que el escritor conocía bien.

Novela biográfica:

Es una modalidad de la nueva literatura. Esta revoluciona la técnica de la biografía histórica. Toma los grandes hombres o héroes como seres corrientes y los lleva desde la cuna hasta la cima de la gloria y luego hasta la tumba. Sus más calificados representantes son: André Maurois, Stefan Zweig, Emil Ludwing.