Al hablar del hombre como persona, como ser con un razonamiento propio y sobretodo un ser que siente, es inevitable hablar de los sentimientos que forman parte de cada uno y de nosotros, ya hablando de una manera más contundente, aunque las formas de movernos por los sentimientos es distinta entre cada persona.
Cada forma de ser nos da identidad, esa particularidad que nos diferencia entre personas, aunque pertenezcamos a una misma especie. La libertad de ser como queremos ser es algo que sin duda también debemos de saber utilizarla, no hay que confundir ese gran privilegio que tenemos de ser libres, tener astucia y coraje, lo que sin duda nos hará grandes personas.
La alegría es sin duda una gran parte de lo que nos define no solo nuestro temperamento, sino también el amor, que para muchos es es sentimiento que nos hace tan distintos en el reino animal. ¿Será el amor algo simplemente humano? Si lo es, sin duda los celos e histeria cuando un rompimiento es inevitable son parte del mismo. Hay animales que forman una pareja de pro vida, con la que se reproducen durante toda su existencia, ¿existirá en esos animales el amor, los celos y los demás sentimientos que conlleva este lindo sentimiento? La respuesta no la sé, aunque yo podría decir que de eso no hay duda, para muestra es el ver a esos animalitos abrazándose, protegiéndose y cuidándose uno al otro.
¿Porqué si los animales pueden limar asperezas, el hombre no, acaso seremos más animales que ellos y nos dejamos llevar por la estupidez y el rencor? Quizá eso sea, y los animales somos nosotros no los que creemos inferiores en inteligencia, pero que en cuestión de amor, nos dan una gran lección.
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